01 Feb Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer Canarias
Cuando en 1995 se reunió un grupo de familiares de enfermos de Alzheimer y un conjunto de profesionales que ya trabajaban este mal desde diferentes ángulos, el primer planteamiento fue trabajar juntos para dar respuesta a una realidad cada vez más patente en la sociedad y conseguir los recursos necesarios para abordar esta realidad desde las necesidades de los pacientes, pero también de los familiares. Ese primer encuentro fue el germen de lo que, meses después, será la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer y otras Demencias.
José Regidor, su presidente, recuerda que "la idea de aquella reunión, que se celebró en Taliarte, era conseguir que a los enfermos canarios se les pudiera recetar fisostigmina, el primer fármaco que mostró efectos cognitivos beneficiosos en la enfermedad. A mí se me invitó como investigador".
Lo cierto es que esa unidad para lograr el acceso a un medicamento ya probado y aprobado dio paso a la búsqueda de soluciones más integrales, por lo que, tras la formación de la primera junta, "el objetivo principal dejó de ser el fármaco y pasó a ser la atención a las personas que padecían la enfermedad".
Es desde este postulado que comienza a trabajarse en la puesta en marcha de un centro de día, y se contrata a trabajadores sociales para comenzar a rodar, pero también se comienza a tener contacto con otras asociaciones y colectivos con más experiencia a nivel nacional. Es en este contexto cuando la Fundación Alzheimer Centre Educacional (ACE) les muestra la importancia de la estimulación cognitiva, o sea, de activar al enfermo en lugar de evitar que haga nada.
Es ahí cuando se ve la necesidad de crecer y se habla con el Cabildo de Gran Canaria que, en un primer momento, cede un pabellón del Centro Dermatológico para, posteriormente, ceder un segundo pabellón, que es el espacio que ocupan actualmente.
"El objetivo que tenemos", explica Regidor, "es trabajar con los enfermos y trabajar y actuar con los familiares".
En la actualidad se ofrece servicio residencial, servicios domiciliarios, centro de día y la atención a familiares.
El papel del farmacéutico
"Si tenemos en cuenta que el 70 % de las personas enfermas no están diagnosticadas", asevera el presidente de la asociación, "contar con agentes sanitarios que sean capaces de reconocer el posible deterioro cognitivo y vislumbrar lo que puede ser el inicio de la enfermedad, es fundamental. Evidentemente, los mejores situados para ellos son los farmacéuticos, un colectivo que tiene una capilaridad elevada, que conoce a los vecinos y vecinas y que, además, son la primera referencia sanitaria para la mayoría de la sociedad. No se trata", aclara, "de diagnosticar, consiste en reconocer ciertos síntomas, de plantear la sospecha y, después, derivar al médico".
Puedes encontrar más información en su web.