"El Ilustre Colegio Oficial de Farmacéuticos de la provincia de Las Palmas es una Corporación de Derecho Público, reconocida y amparada por el artículo 36 de la Constitución, con personalidad jurídica propia y autonomía estatutaria, dentro del respeto a las Leyes.
Su estructura y funcionamiento interno son democráticos, y están regulados por los estatutos y de acuerdo con la legislación vigente.
Para pertenecer al Ilustre Colegio Oficial de Farmacéuticos es requisito indispensable estar en posesión del Título de Licenciado o Grado en Farmacia.
La incorporación al Colegio es obligatoria para poder ejercer, en la provincia de Las Palmas, cualquier actividad profesional que esté amparada por el Título de Licenciado o Grado en Farmacia, salvo en los casos y con los requisitos previstos en las leyes. Para los que, aun teniendo dicho título, no ejerzan la profesión, la colegiación es voluntaria y podrán incorporarse voluntariamente al Colegio como Farmacéuticos Asociados, sin la condición de colegiados. (Extracto Artículo 1 y 2 de los estatutos BOC, 109 de 24 de mayo de 2011)."
El farmacéutico o boticario es el profesional de la salud experto en los fármacos, y en la utilización de los medicamentos con fines terapéuticos en el ser humano. El cometido del farmacéutico puede ser regentar una oficina de farmacia, trabajar en un hospital, investigar y desarrollar nuevos fármacos, etc.
En la antigüedad el farmacéutico elaboraba medicamentos a partir de principios activos. presentes en la naturaleza, sin embargo actualmente la mayoría de medicamentos son elaborados de manera sintética en laboratorios sin necesidad de tener que aislarlos de fuentes naturales. Recientemente, los medicamentos también se pueden obtener de forma biosintética (biotecnológicos: proteínas terapéuticas, anticuerpos monoclonales, etc...).
Los farmacéuticos en algunos países, sobre todo latinoamericanos, pueden ser llamados Químicos-Farmacéuticos. Pero esta denominación puede inducir a error, ya que en algunos países se diferencian los licenciados en Farmacia de los licenciados en Química Farmacéutica (o Ciencias Farmacéuticas) como en Italia y algunos estados de EEUU.
A pesar de ello, y para evitar confusión en la mayoría de países del planeta la titulación en Farmacia es equivalente a la Ciencias Farmacéuticas y denota la licenciatura necesaria para ejercer la profesión de farmacéutico. En España los licenciados (o grados) en Farmacia estudian una carrera de 5 años de duración.
Los farmacéuticos estudian durante la carrera materias como Química Analítica, Química Orgánica, Química Inorgánica, Biología molecular, Cálculo, Técnicas Instrumentales, Bioquímica, Anatomía, Botánica, Microbiología, Parasitología, Física, Bioestadística, Fisiología, Patología, Química Física, como asignaturas que proporcionan una base químico-física-biomédica, y Química Farmacéutica, Farmacología, Farmacognosia, Tecnología farmacéutica, Fisiopatología, Inmunología, Biofarmacia, Biotecnología, Farmacoquímica, Farmacocinética, Farmacia Clínica, Toxicología, Salud Pública, Análisis Clínicos, Bromatología, Gestión y legislación farmacéuticas como asignaturas de las ciencias farmacéuticas y de base para la práctica farmacéutica.
La especialidad más extendida, al menos en la cultura popular, de un farmacéutico es la titularidad de una oficina de farmacia. La Oficina de Farmacia, es un establecimiento privado de interés público, el farmacéutico lleva a cabo la Atención Farmacéutica al paciente que implica el seguimiento farmacoterapéutico que implica primero, el acto en sí de la dispensación, el control e indicación de las tomas, el control de las posibles interacciones y la correcta conservación. El farmacéutico en su Oficina de Farmacía elabora medicamentos en dosis adaptadas a niños o a patologías concretas que no disponen de un medicamento comercializado. La dispensación (la venta implica mercancía y por definición el medicamento es un bien esencial de carácter universal) de medicamentos puede ser:
Con receta: La gran mayoría de los medicamentos necesitan ser recetados por un profesional sanitario (médicos, veterinarios, odontólogos...) y el farmacéutico no puede dispensar el fármaco si el paciente no entrega la receta correctamente cumplimentada.
Sin receta: Otros medicamentos denominados publicitarios (EFP) no necesitan receta y por tanto todo el mundo puede comprarlos sin que un médico se lo haya indicado.
Otro cometido de un farmacéutico en una oficina de farmacia es la de aconsejar y vigilar a los pacientes sobre los posibles efectos adversos del medicamentos, interacciones entre los mismos, y enseñarle la mejor forma de poder aprovechar al máximo los beneficios del medicamento y, en general, dudas sobre ellos de acuerdo a todo tipo de terapia. Si lo cree conveniente, el farmacéutico puede derivar a la persona a un médico. Recientemente se aboga por la práctica de la atención farmacéutica como el principal cometido de los farmacéuticos comunitarios. En Europa no todas las oficinas de farmacia son propiedad de un farmacéutico, aunque si que en todas se exige que la dispensación de medicamentos y las actividades de atención farmacéutica sean realizadas por licenciados en farmacia. Es decir, aunque sea una cadena de farmacias de una empresa privada (p ej. Boots Pharmaceuticals en Reino Unido) siempre debe haber un farmacéutico responsable de la dispensación e información de medicamentos, que suele ser considerado el director técnico del establecimiento.
En casi todos los países, los farmacéuticos hospitalarios son farmacéuticos que han estudiado y realizado prácticas profesionales por un período de 1 a 4 años como postgrado. Esta especialización les permite realizar funciones clínicas y técnicas que normalmente no se esperan de los licenciados en farmacia. Un farmacéutico de hospital bien formado puede de hecho actuar, y esta es la realidad en muchos hospitales, como farmacéutico clínico (al mismo nivel de competencia, si no mayor ya que están más preparados para tareas de planificación y científico-técnicas, que los farmacólogos clínicos que generalmente suelen ser licenciados en medicina con escasa formación en ciencias farmacéuticas).2 Según algunos, esto explica porque la evolución y desarrollo de la farmacia hospitalaria y clínica ha sido mucho mayor que la farmacología clínica (restringida solo a médicos).No obstante, existen áreas donde la colaboración entre médicos formados en farmacología clínica y farmacéuticos de hospital (farmacéuticos clínicos) puede ser muy fructífera como por ejemplo: los ensayos clínicos, la farmacoeconomía, la farmacovigilancia y la evaluación de tecnologías sanitarias entre otras.
La investigación, desarrollo, elaboración y control de formas de dosificación de los medicamentos a gran escala son otros de los principales cometidos de los farmacéuticos. Actualmente esta labor se desarrolla en la Industria Farmacéutica y Biotecnológica. Para ello, según los diferentes países, los farmacéuticos están más o menos preparados y por ello realizan breves o extensos programas postgrados para realizar estas funciones. Aparte del diseño de formas de dosificación y la elaboración y control de medicamentos, los farmacéuticos pueden desarrollar multitud de funciones específicas en la industria farmacéutica (técnicos comerciales, jefes de marketing de productos, monitores de ensayos clínicos, farmacólogos , químicos farmacéuticos, bioquímicos, especialistas de registros farmacéuticos, relaciones institucionales, farmacoeconomía , información médica, asesores médicos, etc…).
La investigación y desarrollo de nuevos fármacos es un sector en auge hoy día. La necesidad de buscar remedio a miles de enfermedades es uno de los objetivos prioritarios de los gobiernos del llamado primer mundo y los farmacéuticos pueden investigar en multitud de ciencias farmacéuticas y biomédicas (al igual que otros licenciados en ciencias experimentales, de la salud y de la vida).
Farmacia es una profesión muy amplia. Lo que más conoce la población es la farmacia comunitaria que está regida por un farmacéutico quien tiene a su cargo la dirección técnica y científica del establecimiento; además puede preparar ciertos medicamentos ya sea por orden médica, generalmente el dermatólogo, o de formulación propia. En muchos países con el título de licenciado es suficiente. Sin embargo, en muchos países para ciertas actividades es necesaria una especialización reglada del farmacéutico (por ejemplo, el sistema FIR, Farmacéutico interno residente de España) o bien a través de masters o doctorados:
La atención farmacéutica es un proceso cooperativo para la provisión responsable de terapia farmacológica a un paciente considerado individualmente. Buscar, prevenir y resolver problemas relacionados con medicamentos, para tratar de alcanzar los resultados de salud que se esperan y mantener o mejorar la calidad de vida del paciente.
La atención farmacéutica en España se define por el Consenso de Atención Farmacéutica que engloba las tareas del farmacéutico orientadas hacia el paciente: dispensación, consejo / consulta y seguimiento de tratamientos farmacológicos.
Dispensación, consejo / consulta y seguimiento de tratamientos farmacológicos.
El Seguimiento Farmacoterapéutico y demás modalidades de la atención farmacéutica quedan recogidos en el documento del Foro de Atención Farmacéutica, que engloba a SEFAC, Fundación Pharmaceutical Care España y Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos, entre otros autores.
En el Manual "Desarrollo de la práctica de farmacia Centrada en la atención del paciente" publicado por la OMS, presentado en el VI Congreso Nacional de Atención Farmacéutica, celebrado en octubre de 2009 en Sevilla, se recoge lo siguiente
La atención farmacéutica es un concepto innovador en la práctica de farmacia, que surgió a mediados de los años setenta. Establece que todos los profesionales sanitarios deben asumir la responsabilidad de los resultados de la farmacoterapia en sus pacientes.
Abarca una variedad de servicios y de funciones -algunos nuevos para la farmacia, otros tradicionales - que son determinados y proporcionados por los farmacéuticos atendiendo a los pacientes individuales.
El concepto de atención farmacéutica también incluye el compromiso expreso con el bienestar de los pacientes como individuos que requieren y merecen la consideración, preocupación y confianza de los farmacéuticos. Sin embargo, los farmacéuticos a menudo no pueden aceptar la responsabilidad de esta ampliación de la atención al paciente. Consecuentemente, pueden no documentar, monitorizar y revisar adecuadamente la asistencia proporcionada. Para la práctica de la atención farmacéutica es esencial aceptar tal responsabilidad.
La atención farmacéutica se puede ofrecer a individuos y a poblaciones.
La “atención farmacéutica basada en la población” utiliza datos demográficos y epidemiológicos para establecer formularios o listados de medicamentos, desarrollar y monitorizar políticas farmacéuticas, desarrollar y gestionar redes farmacéuticas, preparar y analizar informes sobre utilización/coste de medicamentos, llevar a cabo revisiones sobre utilización de medicamentos y enseñar a los proveedores de políticas sobre medicamentos y de procedimientos.
Sin embargo, sin atención farmacéutica individual ningún sistema puede eficazmente gestionar la farmacoterapia y controlar la enfermedad relacionada con medicamentos.
Las funciones basadas en la población e identificadas arriba necesitan producirse bien antes o después de visitar a los pacientes y proporcionan una información valiosa, pero no pueden sustituir a los servicios específicos para pacientes, mientras se están visitando. Las enfermedades relacionadas con medicamentos ocurren con frecuencia incluso con medicamentos que están en un formulario o un listado de medicamentos, ya que estos medicamentos a menudo se prescriben, se administran o se utilizan inadecuadamente.
Los pacientes necesitan los servicios de los farmacéuticos, al tiempo que están recibiendo asistencia. La farmacoterapia adecuada es específica para cada paciente. Incluye decisiones individuales, alcanzar una concordancia (un acuerdo entre el paciente y el proveedor de asistencia sanitaria sobre el resultado terapéutico y cómo se puede alcanzar), y actividades de monitorización del paciente crítico. Para cada tratamiento con medicamentos en un paciente individual, el farmacéutico desarrolla un plan de atención de acuerdo con el paciente. Así, los pacientes pueden contribuir al éxito de los resultados participando en la responsabilidad de su propio cuidado y no confiando solamente en cuidadores, en un estilo paternalista de antaño.
La atención farmacéutica no existe de forma aislada de otros servicios de asistencia sanitaria. Debe ofrecerse en colaboración con pacientes, médicos, enfermeros y otros proveedores de asistencia sanitaria. Los farmacéuticos son, para los pacientes, los responsables directos del coste, calidad y resultados de la atención farmacéutica